Cumple tus sueños,
Porque llegará un día en el que ya no podrás.
Ni letras ni palabras harán lo que en otros tiempos.
Viajar por el mundo, caminando,
o en un tren de vapor,
oliendo la húmeda hierba del rosado,
de un esplendido amanecer rosado.
Que no me cueste la vida, pero si el odio y el egoísmo,
Porque prefiero ser feliz sin odiar y envidar.
Viajaré a través del tiempo, acompañada o sola. Pero viajaré a través de todo. Caminaré por lugares rocosos, entre flores, nadaré todos los océanos. Volaré por encima de las montañas más altas. También iré a ese lugar, cuyo lugar todos conocen pero nunca han visto; yo he ido, y lo he visto, son grandes praderas verdes, con diferentes montañas. Hay una que está llena de flores, blancas, tan blancas como la nieve. En el centro tenían como pecas de color carmesí; color rojo sangre. En ese lugar puedo respirar aire de verdad, puedo pensar en todo lo que quiero, tumbada en las flores puedo ver un cielo azul, tapado aquí y allí por alegres nubes blancas. Después hay otra pequeña montaña que se alza delante de la que he estado, y vamos a decir la verdad, en la que estoy. Esa pequeña montaña está llena de árboles; Acer japonés, así se llaman esos árboles, se alzan ante mi como si fueran superiores a todo el mundo. Sus hojas son de color naranja, del color del amanecer, y hay muchísimas hojas, no dejan pasar la luz, pero aún así es una montaña hermosa.
Cogí aire, respiré y entones me subí al lomo del caballo. Me agarré a la crin y le di con el talón de la bota un suave golpe en el mulso. Primero avanzábamos despacio, al cabo de unos segundos, sin darme cuenta, estábamos galopando a través de las montañas, a través del viento y de esas nubes bajas que olían a humedad. Solo contemplaba el paisaje, daba paz. Nada comparado con el ruido de las ciudades. Siempre se me hacía insoportable volver a casa. Ruido por las calles, los coches, la contaminación. Y a la noche era peor; en los barrios bajos, los malos, olían a basura, era un aroma insoportable, y la gente se caía, se dormía en los bancos porque no tenía un lugar donde dormir. Yo siempre he pensado lo mismo: si no tienes dinero, ¿porqué no coges un poco de ropa y agua, y te vas a vivir a la selva? Nadie te molestará, nadie te chillará ni te dirá cosas molestas. Vivirías sin reglas, sin normas. Nadie te diría que tenías que hacer o que no hacer. Hay muchas cosas en esta vida. Decisiones que te harán feliz. y otras que no. Pero "Primero salta, piensa después". Si lo piensas demasiado podrías perder la oportunidad de tu vida, podrías perder todo lo que tienes solamente por no haber dicho una palabra. Y una cosa que hay que tener siempre presente es que los demás ya tienen cerebro para hacer lo que quieren, tú no les debes decir que tienen que hacer, no les has de obligar a nada, pero un poco de ayuda siempre viene bien. Hay esas personas que van de sabelotodo por la vida, que son los más insociables del mundo, y que al final son los que necesitan más ayuda, Después hay otras personas que son las que más consejos dan, y las que menos egoístas son, puede que sean un poco tímidas, o pueden ser todo lo contrario, expresan su sentimientos un momento sí y otro también. "Las personas que más consejos dan son las que más han sufrido", yo no creo eso, porque yo soy una persona que da muchos consejos, y no he sufrido hasta la muerte. Bueno eso por parte es verdad y por otra parte no lo es. A todo el mundo se le ha muerto algún familiar (las mascotas cuentan como familiar), puede que se te muera un pez, obviamente el dolor de la muerte de un pez no es igual que el dolor de la muerte de un perro, ni la muerte de un perro es equivalente a la de tu hermano. Porqué hay cosas que amas con una potencia diferente. Ese dolor en el corazón que se te clava como pequeñas agujas de cristal, o como si te quitarán una parte de ti, como si te faltara algo. Ese dolor en el pecho, ese vacío que se te crea cuando pierdes a la persona más querida del mundo. Ese dolor que no sabes si llorar, que no puedes hablar ni hacer nada, porque se te ha hecho un nudo tan fuerte en la garganta y en el estómago que no logras desmontarlo nunca. Y ya jamás podrás volver a ser el mismo, porque esa persona que era tan importante para ti se ha ido, y se ha llevado con él la parte que te hacía humano. Ese dolor que nunca se irá, que siempre estará ahí, ese dolor que será aliviado por alguien.
Es impresionante el poder que tienen las palabras,
lo que te hacen sentir,
y lo que te hacen ver.
Por cierto, esta mini narración está escrita por mí.
Me encanta como escribes. Es simplemente hermoso. ¿Alguna vez pensaste en ser escritora? :)
ResponderEliminarBesos!
PD: Vengo de la iniciativa granitos de arena, ya te comente pero creo que mi comentario se borro.