Dime qué puedo contarte. Dime que sea cual sea la respuesta que te dé seguirás. Pregúntame lo que quieras y yo te explicaré porqué. Te explicaré la voluptuosidad que siento cunado camino debajo de un crepúsculo que sumerge la ciudad en un océano naranja, amarillo, rosa y azul. Te explicaré lo fuerte que me siento cuándo el viento me intenta tumbar y no puede. Te contaré las veces que me he caído y me he quedado admirando y tocando el suelo y te las numeraré sin dedo alguno. Te volveré a explicar lo que la noche hace a mi mente. Pero sin duda, te explicaré como me siento cuando estoy a tu lado. Y te diré que eso no es suficiente para ti, porque ni siquiera me escuchas, porque necesitas algo que nadie te puede dar y que solo puedes encontrar si cierras los ojos y te miras. Y hace miedo. Todo lo bueno empieza siempre con un cofre rebosante de un humo negro llamado pánico.
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