Hoy en el metro he estado pensando en eso de las personalidades. Yo creo que todas las cosas de este mundo tienen su lado bueno y su lado malo, al igual que las personas. En los dibujos animados siempre se ha ilustrado como el demonio en tu hombro izquierdo, siempre el más malo y al que no le importan las consecuencias, y el ángel, a quien la conciencia y los remordimientos siempre estarán gritando en su interior. Obviamente es mucho más divertido y tentativo el demonio que el pesado del ángel que nunca calla.
Los dos juntos representan la lucha en nuestro interior, quizá la lucha entre el corazón y el cerebro. O quizá me ha sentado mal la sopa.
El mundo es un pañuelo de dos colores, atrapado dentro de sus límites, y quizá lo que debamos hacer es darle la vuelta, para poder descubrir que hay más allá de lo típico.
Opino lo mismo, creo que en esa imposibilidad de ser un polo u otro radica la vida. Pasaba a decirte que te nominé al premio best blog http://atardecerdelibros.blogspot.com.ar/2016/01/premio-best-blog.html ¡saludos!<3
ResponderEliminarQué lindo lo que has escrito. Me encanta el sinsentido del título, las imágenes y sobre todas las cosas la última frase. Si me lo permites, me llevaré esa frase a mi cuadernillo.
ResponderEliminarPor cierto, no conocía tu blog pero ya te sigo. ¿Te pasas por el mío? Saludos.