Astros mojados


Odio cuando empiezo a creer otra vez esa negatividad mía tan interior y anteriormente tan bien cuidada. Cuando esa presión en el pecho y ese nudo en el estómago me hacen un tapón al positivismo y rechazan el oxígeno. Además odio saber que estoy cansado de luchar diariamente contra esa flor negra que aveces riego y me intoxica la mente, odio que de golpe no sepa nada de nada y me sumerja a la incertidumbre de la mala oscuridad, de esa que te envuelve y te atrapa. Odio salir dudoso de todos los sitios, odio ser superficial por miedo. Odio querer amar y no saber como hacerlo. No me gusta la sensación de impotencia que me crean mis pensamientos al no saber como ahuyentarlos. Me incomoda amar y al día siguiente no atreverme a hacerlo. No por la rotura de confianza que tú has provocado, si no lo que ha desencadenado: un blanco pensamiento seguido de flechas de humo que ennegrecen todo eso en lo que alguna vez había creído. Cuando hablo de cualquier tipo de amor este me suena lejano, irreconocible. Cuando hablo de casa pienso en lo que me da la música, no en lugares, no en ti. Tú me diste casa, pero luego me enseñaste que no era nada más que arena polvorosa. Que fácil seria todo si pasara de nada y borrara el algo. Pero no. ¿Que necesito para ser feliz? ¿Flores? ¿Personas? ¿Porque cuesta tanto quitar el velo oscuro que nos ciega de nosotros mismos? ¿Porque huimos de lo que nos aterra? ¿Y porque nos aterra eso?

No hay comentarios:

¡Anímate a comentar! ♥Tu opinión es muy importante para mí♥ :$

Post nuevo Post antiguo Home